Spa Francorchamps 1966

Uno nunca sabe como va a ser un día hasta que se halla bien inmerso en él. Eso debió pensar John Young Stewart cuando apartó levemente las cortinas de su hotel en Francorchamps y vio que la madrugada en las Ardenas era gris y plomiza para variar. Trató de centrar sus pensamientos en el hecho de que por primera vez en su corta carrera, lideraba el mundial de F1 a raíz de su victoria tres semanas antes en el principado de Mónaco. Como si ello fuera una garantía de algo en aquel negocio.

La calificación había ido bastante bien teniendo en cuenta que había aventajado en 4 segundos a su compañero de equipo Graham Hill, distancia bastante apreciable, mas aún en una pista como Spa donde atesoraba bastante menos experiencia. Salir 3º con un motor BRM de dos litros en un lugar donde era fácil promediar los 225 km/h era realmente impresionante, si bien es cierto que algunos equipos aun se estaban adaptando y encontrando propulsores adecuados para la nueva formula de 3 litros.

Spa era junto con Reims la pista más rápida del campeonato. Un triangulo formado por dos carreteras sumando 14 kilómetros para rodear un valle, primero en bajada, luego en subida, remachada con una horquilla justo antes de línea de meta. Precisamente el día anterior, Jackie se había quejado de lo ondulada que estaba la pista y como uno se dejaba unos buenos callos en las manos tratando de mantener el coche por lo gris. Ya no digamos si lo gris pudiese estar mojado…

Transcurrió el mediodía y las esperanzas de una apertura de nubes por el oeste se diluyeron con más nubarrones oscuros acercándose desde la parte inferior del valle. Quizás por ello los pilotos sintieron algo en el estomago y rebajaron la carga del menú a la hora de comer. Cuando Jackie llegó al circuito, firmó algún autógrafo y se entretuvo preparando sus gafas con un filtro claro mientras el ingeniero de BRM Tony Rudd le daba instrucciones acerca como se comunicarían con él en el muro de boxes. ¿He dicho muro? Spa no tiene muro de boxes. Solo la pista y el carril mas a la derecha destinado a los mecánicos de lo equipos participantes sin ningún tipo de protección.

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La salida, cuesta abajo tras el banderazo.

A las 3 y media de la tarde, los 15 coches participantes se apiñan rugiendo y aguantando el banderazo de salida con el pie en el freno freno. Un decimosexto coche aguarda tras ellos. Phil Hill colabora en la producción de la película «Grand Prix» con un McLaren fuera de competición equipado con una cámara a bordo.

Y por fin cae la bandera tricolor. Surtees como poleman, no deja hueco a la sorpresa asegurado su paso por Eau Rouge primero. Le siguen subiendo el Radillion Rindt, Brabham más veloz por la izquierda y Bandini más agresivo por la derecha, relegado a Jackie al 5º puesto. Por detrás les sigue el resto de la jauría a excepción de Jimmy al que le ha vuelto a fallar el Coventry Climax de su Lotus. Graham Hill, co-equipier de Jackie, tampoco ha estado fino con el embrague y va entre los últimos. Apenas han partido llega un reporte a la sala de prensa desde uno de los controles en Stavelot. Allí, 7 kilómetros valle abajo ha empezado a llover.

Tras coronar Haut de le Cote, el punto mas elevado de la pista, Surtees cree ver algún chisporreo de gotas de agua en su visor y decide variar levemente la entrada en la larguísima Burnenville, un viraje de derechas del alta velocidad, pensando en lo resbaladiza que puede tornarse con el agua la goma acumulada en la trazada convencional. El pelotón estirado emboca el temible recodo y entonces suceden dos cosas: La adherencia prácticamente desaparece y un muro de agua recibe a los participantes. Todos reducen la velocidad inmediatamente pero el resultado es variopinto. Surtees continua en cabeza, Rindt aguanta con decisión, Bandini se rezaga y Brabham experimenta una derrapada que solo se revoca in-extremis al borde exterior del asfalto. Stewart lo evita en el último instante atisbando que definitivamente va a ser «un día de esos»

Por detrás Jo Bonnier pierde totalmente la zaga y se estrella dejando medio Cooper Maserati al vacío en borde de un muro de 6 metros de caída. Mike Spence, tratando de evitarlo con algo de pánico acaba en el talud interior de la curva y unos centenares de metros mas allá Denny Hulme y Jo Siffert se salen fuera tras tocarse entre ellos en las enlazadas de Malmedy. Por detrás, el resto pasa como puede y tratan de readaptarse lo más rápidamente posible a las nuevas condiciones de la pista. Phil Hill también se ha llevado un buen susto, pero se consuela pensando que en los excelentes planos que esta grabando para John Frankenheimer.

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El Cooper-Maserati detenido al límite de lo saludable.

Los coches embocan la recta de Masta. Una pendiente en suave descenso de 2 kilómetros largos con un leve y veloz quiebro izquierda-derecha en su mitad. La visión es espantosa con un spray de agua constante haciendo que los pilotos traten de palpar los límites de la carretera donde están rodando. Surtees atraviesa Masta con cuidado seguido por Rindt. El austriaco pierde el control y ejecuta un triple trompo delante del morro de Brabham. Jochen, finalmente consigue terminar con las piruetas, y sin detenerse por completo, engrana segunda y continua adelante para sorpresa de «Black Jack», al que se le están quitando las ganas de volver a correr en lluvia en su vida.

Inmediatamente después, llega Jackie que divisa algo parecido a un río cruzado la pista al entrar en la ese. Bien porque no levantó, o no lo hizo lo suficiente, un dedo de agua separa repentinamente las gomas de su coche del asfalto a unos 230 Km/h. Spa, gastando una de sus viejas bromas. No puede hacer nada, solo perder el control con tal aquaplaning, enviar balas de paja por allí y por allá, embestir un poste de teléfonos, parte de una cabaña de madera y acabar en el patio de una granja. El resto de competidores pasa como puede y cuando llega el turno de Graham Hill, éste acaba trompeando, aunque sin impactar con nada para calar luego el motor, justo en el borde de la pista. Mientras trata de poner de nuevo en marcha el coche y buscar la primera velocidad, de reojo a su izquierda, unos 3 metros mas abajo divisa un BRM como el suyo, con el dorsal número 15, si bien un poco chafado y torcido como con forma de plátano con Jackie en su interior.

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Secuencia del trompo de Stewart, con Brabham precediendole cautelosamente.

Cuando Graham bajó el talud y llegó hasta Jackie le encontró totalmente desesperado por salir de allí. Se había roto varias costillas y dislocado un hombro. El chasis y el volante estaban doblados y le trababan una pierna impidiendo que pudiera salir del coche. Los depósitos estaban rajados y todo, piloto incluido además de todos los metros adyacentes estaban completamente empapados de gasolina. Sin perder la calma Graham intentó desconectar la bomba de gasolina del motor aunque el tablero de mandos estaba destrozado. Trató de asegurarse de que nada por allí cerca pudiera generar una chispa. Bob Bondurant, que había acabado casi volcando justo al otro lado de la carretera llegó hasta ellos y trató de ayudar a Graham. Se oía un helicóptero y Jackie pensó que ya llegaba la ayuda y pronto lo sacarían y lo llevarían al hospital. Para su infortunio, solo era el helicóptero de la Metro Goldwin Mayer filmando más planos de la carrera. Graham trató de buscar algún comisario de pista pero no había nadie de la organización por allí.

Finalmente uno de los espectadores trajo una caja de herramientas y dieron con una llave para poder desmontar el volante. El combustible llevaba varios minutos bañando la piel de Jackie y el dolor y la quemazón se hacia insoportable. Llevaron a Jackie al interior de la granja y le desnudaron quitándole toda la ropa empapada de combustible. Graham se ausentó unos instantes para buscar un teléfono y pedir ayuda. Mientras, se presentaron tres monjas en la granja, quizás avisadas por algún vecino. Cuando Hill volvió, se encontró con que las monjas habían vuelto a cubrir el cuerpo desnudo de Jackie con el mono empapado en gasolina, provocando el enfado de Hill que les reprochó que estaban más preocupadas por su propia vergüenza que por asistir a un hombre herido.

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Rindt se rehace y vuelve a la pista en el momento que es rebasado por Bandini.

Todo el mundo esperaba en línea de meta la llegada de los competidores. Se estaban retrasando. Casi 5 minutos. ¿Habrían encontrado algo de lluvia en Stavelot? Por fin el rugido de un V12 de Modena redujo engranajes hasta Le Source y embocó la bajada de meta. Tras Surtees, unos 10 segundos después aparecían Brabham y Bandini. A continuación los Coopers de Ginther y Rindt. Un rato mas tarde Ligier con su Cooper privado y tras varios siglos un precavido Gurney que debutaba aquel día como constructor. Y ya esta. Si alguien esperaba mas participantes se tendría que conformar con ver a Phil Hill aparcar su coche-cámara considerando que ya había hecho bastante por aquella loca película.

Ocho participantes eliminados en la primera vuelta. Uno de esos días tontos de Spa.

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Siffert, Spence y Bonnier ya han tenido suficiente

En la segunda vuelta Surtees aflojó el ritmo, tal vez pensando en lo que vio en los márgenes de la pista y cuando se dio cuenta, Bandini le pasó en el siguiente giro. Rindt inició su remontada tras el susto y dio cuenta de su compañero de filas y de Brabham que decidió activar el «modo seguro» por el resto de la tarde. Surtees retomado el liderato en la 3ª, acabó perdiéndolo de nuevo pero esta vez con Jochen, después de que el austriaco recuperase 4 plazas en apenas 3 giros. El resto de la carrera fue una persecución Rindt-Surtees con el británico rezando por una oportunidad sin peligro en aquel infierno de agua.

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Surtees persiguiendo a Rindt durante una hora y media.

Surtees parecía en algunos ratos presionar de lo lindo y en otros perder hasta 8-10 segundos en una sola vuelta. En una ocasión pasando ante boxes, pareció hacer señas señalando con el dedo algo atrás, en el motor. En la vuelta 23, a 5 del final, Surtees finalmente pudo rebasar a Rindt en plena recta de Masta, pero no porque hubiera incrementado significativamente su ritmo. Era Jochen el que ahora parecía perder hasta 30 segundos por vuelta en los giros finales. Una vez consumada su victoria, Surtees explicó que había tenido problemas con la presión de combustible, y Rindt por su parte argumentó que un problema de diferencial empezó a afectarle en el tramo final de carrera costándole lo que hubiera sido una primera y sonada victoria. En el box de Ferrari, el manager Eugenio Dragoni, pese a la victoria, no paró de recordarle a Surtees que había estado bastante rato detrás de Rindt.

A John no le sentó nada bien este reproche y respondió argumentando que los Dunlop de estría profunda usados por Cooper eran tan o mejores que los Firestone de Ferrari. El debate se siguió calentando y Surtees acabó exponiendo que es muy fácil criticar cuando no se sufre la falta de visión por culpa del spray. Incluso en la victoria, la relación de Surtees con Ferrari se deterioraba de manera acelerada.

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Siempre es un buen dia para debutar como constructor, ¿Verdad Gurney?

Una ambulancia, perdón… un bus escolar disfrazado de ambulancia llegó por fin a Masta para recoger al desventurado Stewart. Con él llegaron su mujer Helen, y su patrón Louis Stanley. Allí empezaron a hablar, a razonar y a comprender que había que hacer algo, que esto no podía seguir así y que el riesgo, aunque inherente en este mundo de la alta competición, no tenia derecho a alcanzar las cotas ridículas a las que se exponía el y sus compañeros de profesión. Stanley lo entendió a la primera. Al menos en eso era más afortunado que Surtees. Su mujer sin duda lo agradeció. Para redondear el día, el bus escolar-ambulancia se perdió camino del hospital.

Con Jackie y Helen recordando. Comentarios BBC Nivel defcon 2 del legendario Raymond Baxter

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Well done John

John Surtees 1934-2017

John Surtees, siete veces campeon mundial de motociclismo entre 1956 y 1960 y campeon mundial de F1 en 1964, falleció por complicaciones respiratorias anteayer en Londres a los 83 años. Se ha ido el hasta ahora único (y previsiblemente para siempre) campeon mundial en las máximas categorias de dos y cuatro ruedas.

Nacido en una familia de moteros, Surtees comenzó a temprana edad, hacia 1951 con Norton, para posteriormente explotar como piloto en las legendarias MV Augusta. Tres títulos en 350 cc y cuatro en 500 cc le convirtieron en el mejor piloto de su momento, siendo hasta la fecha el quinto en número de titulos mundiales acumulados solo por detras de los Agostini, Nieto, Rossi y Hailwood.

Sus primeros flirteos con las cuatro ruedas llegaron de la mano de Ken Tyrrell en 1960, que le llevaron a competir con los Cooper de Formula Junior primero y F2 posteriormente. Fue Colin Chapman quien le sentó en un Lotus 18 para debutar en la F1. En su tercera carrera puntuable, el GP de Portugal marcó la pole y podria haber ganado de no ser por su falta de experiencia.

Atado contractualmente Innes Ireland en Lotus, Surtees hubo de buscarse la vida con un Cooper privado en 1961 y un Lola en 1962. Un par de podiums en el mundial y alguna victoria en carreras no puntuables le abrieron la puerta de Ferrari para 1963.

Surtees siempre recordó su etapa en Modena como un intento de ayudar con el sentido comun británico en un lugar todavia casi feudal y místico lleno de intrigas. 1963 vió su primer triunfo en el campeonato en la prueba mas difícil, Nürburgring. Al años siguiente, con el excelente modelo 158 de Mauro Forghieri, cayó una nueva victoria en Alemania y otra en Monza, para celebración de los tifossi. El premio final, con algo de fortuna, llegó en la última carrera en Mexico en forma de título absoluto tanto de pilotos como de marcas.

1965 no fué tan fácil y el motor de 12 cilindros opuestos no cuajó. John pudo resarcirse corriendo algunas pruebas de resistencia obteniendo una bonita victoria con Lola en los 1000km de Nürburgring. Sin embargo un grave accidente probando en Mosport, estuvo cerca de costarle la vida y hubo de pasar una buena temporada de convalecencia, para disgusto de Ferrari.

La relación con los italianos, envenenada por las disputas, envidias y rencillas internas en el seno del equipo y amplificada por la prensa de allí, desde luego no ayudó a arreglar la situación. Irónicamente, 1966 fue técnicamente la mejor temporada de John en la F1. Ganó el GP de Syracusa, los 1000km de Monza y cortó su relación tras ganar el GP belga en Spa Francorchamps y discutirse con el manager Eugenio Dragoni. No tardó en encontrar un asiento en Cooper para llevarse el GP mejicano y varias vicorias mas en Sport Cars de nuevo con Lola.

En 1967 Honda llevaba algunas temporadas dando bandazos y con nueva reglamentación de 3 litros no acababan de afinar un coche ligero y competitivo. John y Lola llegaron a un acuerdo con los japoneses para poner a punto un nuevo chasis, el RA300 que debutó con una sonada y recordada victoria en Monza por delante de Brabham sobre la linea de meta en la que quizá fue la carrrera de F1 de la década.

1968 F1 Zandvoort

En aquella época Surtees, al igual que otros muchos pilotos alternaban otras categorias y efectuaban viajes pecuniariamente rentables en las americas. Can Am, Sport, F5000, F2…

Al final el proyecto de Honda en la F1 se deshizo sin resultados  durante 1968 y tras un año decepcionante en los crepusculares BRM, «Big John» llegó a los 70 con la misma idea en la cabeza que otrohora llevaron a acabo los Brabham, McLaren o Gurney: Establecerse como constructor.

El equipo Surtees hizo comprender a John lo mismo que aprendieron muchos otros grandes pilotos reconvertidos en patrones. Lo difícil que es y la dedicación casi exclusiva que se le debe a esta tarea. Colgó el volante en 1972 y batalló con sus coches y pilotos (llegó a tener al mencionado Hailwood en nómina) hasta 1978.

Tras un divorcio, vuelve a contraer matrimonio y formar una familia. Enamorado de los coches clásicos, cuida también de la carrera deportiva de su hijo Henry, hasta que el golpe de su accidente fatal le llega en el 2009. Trabaja con la fundación de su hijo The Henry Surtees Foundation hasta el final de su vida

Poco antes de la muerte del viejo Enzo, John fué a visitarle a Maranello y le dejó grabada una frase a fuego: «John, deberiamos recordar los buenos tiempos y no los errores y malentendidos»

John Surtees 2

Legends: John Surtees Sky sports