Red Bull sigue para bingo en 2023

Comenzó 2023 y aparentemente ambos mundiales ya han quedado decididos. O no. Los mas pesimistas ya predicen una de esas temporadas de dominio aplastante a lo 1988, 2002, 2013 o Mercedes years. Si intentamos ver el vaso medio lleno podemos consolarnos con que la enésima nueva versión de Sergio Pérez, está mas cerca que nunca de Max y si no hay órdenes de equipo claras, al menos disfrutaremos de unas cuantas carreras interesantes viendo si la supuesta superioridad holandés no acaba frustrando las esperanzas del mexicano, que en el peor de los casos se consolará presenciando algún cabreo del holandés.

Han sido dos carreras en 2 pistas bastante diferentes; una abrasiva de rectas seccionadas por curvas lentas y otra de rectas y enlazadas rápidas con poco desgaste de gomas.

El resultado ha sido, a juzgar particularmente por lo sucedido en el pique de los dos Red Bull en el último stint de Jeddah, que los coches de Adrian Newey parten a comienzos de esta temporada con 1 segundo de ventaja en condiciones de carrera. Faltará conocer los niveles de fiabilidad, que después de un par de DNFs y algunos problemas en calificación parecen afectar a todo el mundo por igual. Es algo característico de los inicios de temporada, cuando aun se están acabando de perfilar los límites de rendimiento y seguridad de la mecánica en todos los equipos

Dos pitstops en Bahrain. El primero un tanto prematuro que resulta en unas condiciones idoneas para la remontada de Fernando con el Aston con gomas mas jóvenes hacia el final. Checo sigue sin problemas el ritmo de Max.

Un solo pitstop deja mucho mas definidos los ritmos reales de los equipos. Red Bull muy por encima del resto. Max obsesionado por perseguir pero sin opción. El abandono de Stroll quizás hubiera sido un probable cuarto puesto.

El orden de la jerarquía parece ser: Primero Red Bull con bastante distancia sobre Aston Martin, seguidos de cerca por Mercedes y finalmente unos preocupantemente lentos Ferrari. En el equipo energético, Adrian Newey ha completado su vigesimoctavo coche capaz de ganar un Gran Premio pese a tener una restricción de uso del tunel de viento por exceder los límites presupuestarios y en parte gracias a los problemas de la oposición.

El único conflicto que pueden tener será interno, con un Max, al que hemos visto por primera vez desde que departe equipo con Checo, incapaz de mejorar su ritmo por vuelta, en idénticas condiciones, en seco y sin tráfico. El segundo stint de Jeddah ha sido revelador para todo el mundo. Veinte vueltas para recortar 1 segundo y únicamente la vuelta rápida le permite a Max liderar el mundial por un puntito. Pero que se prepare Checo porque el cabreo, suele ser en combustible principal de Max.

La progresión de Checo dejó a Max algo atascado en el tráfico a mas de 20 segundos antes del safety car. Sin embargo, después de que Max se deshiciera de sus oponentes, no pudo con el de Guadalajara.

Una década ha necesitado Fernando para acertar con la elección de equipo. Se dice pronto, pero para el asturiano mas vale tarde que nunca, aunque sea con 41 años.
Esta pilotando a un nivel fabuloso, aunque naturalmente la mejora del Aston Martin respecto a 2022 tenga buena parte de la culpa. Es imposible desligar el rendimiento de un piloto con la calidad intrínseca de su volante, pero a Fernando se le ve con unas ganas, un atrevimiento y un ritmo que parecen salidos mas bien del alma de alguien de 20 o 25 años de edad. Stroll padre, esta encantado con el nano; no sabemos si su hijo también, pero debería aprovechar la oportunidad única que tiene de aprender. A priori el diferencial de rendimiento entre ambos es el mas amplio de las cuatro parejas de pilotos principales, pero el accidente de tráfico de Lance poco antes del inicio del campeonato puede disculparle un poco. Serán muy necesarios sus puntos si Aston Martin quiere soñar con el subcampeonato.

Mercedes se ha hartado con ese diseño de pontones minimalistas y ha decidido que sacarán adelante el plan B que ya tenian guardado pararalelamente al diseño de este año.
Hamilton parece agotado por la falta de competitividad y se ha despachado con su propio equipo, mensajes que habría que entender en clave de cara a su fin de contrato e hipotética renovación a final de esta temporada. Russell ha obtenido resultados parejos, mostrando si cabe mas intensidad en el vuelta a vuelta y ha aparecido bastante mas comedido al respecto. La buena noticia es que Mercedes sería a priori, por concepto del coche y por medios, el equipo con mas capacidad de reacción, y hasta que puede que con el margen de teórica mejoría.

Aunque el mundial de pilotos diga de momento lo contrario, en Jeddah, quedó aún mas patente el dominio de Russell sobre Hamilton. De no mediar un safety car, hubiera finalizado con 15-20 segundos de ventaja respecto a su compañero a final de carrera.

En Ferrari las caras son muy largas. No hubo ritmo para detener la progresión de Fernando en Bahrain. Y aún hubo menos ritmo en Jeddah. A una vuelta parecen estar por delante de Mercedes y al nivel de Aston, pero en los diferentes stints, independientemente de los neumáticos y la carga de combustible, se hunden inexorablemente. Leclerc acumuló su primer abandono por avería en Bahraín. Y tuvo su primer estallido por radio con el equipo en Arabia Saudi, tras denegársele cualquier solicitud de orden de equipo con Carlos. Lo cierto es que ni él ni Carlos mostraron ningún ritmo competitivo. La distancia entre Red Bull y Ferrari es similar a la que hay entre Ferrari y un equipo como Haas.

Carlos se mantuvo fuera del alcance del DRS de Leclerc, pero la velocidad de ambos fué verdaderamente decepcionante.